Mantenimiento de Reguladores de Buceo: Solo para buceadores curiosos - DeepDreams

Mantenimiento de Reguladores de Buceo: Solo para buceadores curiosos

Si, somos una tienda de ropa para amantes de mar, pero por encima de eso, somos buceadores, y además como no nos podemos quedar quietos, también somos técnicos de mantenimiento de reguladores. En fin, menos mal que el día solo tiene 24 horas.

Como tocaba hacer el mantenimiento de nuestros regus, hemos pensado compartirlo con vosotros para que conozcáis en que consisten estos mantenimientos y porque son tan importantes. Empecemos.

¿Porque es importante el mantenimiento?

El regulador puede ser la pieza mas importante del equipo de buceo dado que la que nos permite respirar debajo del agua.

Es una pieza de alta tecnología que nos permite respirar cómodamente a cualquier profundidad. Reduce la presión del aire de la botella (200 bares iniciales) a la presión ambiente según la profundidad.

Para asegurar su funcionamiento óptimo, es vital realizar un mantenimiento regular, recomendándose una revisión anual o cada 100 inmersiones. Un regulador bien mantenido puede durar toda la vida, hemos visto algunos que llevan más de 15 años en uso y funcionando como el primer día.

Regulador de buceo sin mantenimiento

Fases de un mantenimiento:

Desmontaje

Supone desmontar la primera etapa, la segunda etapa principal y el octopus. En reguladores sin un correcto mantenimiento, las piezas suelen estar atoradas siendo bastante difícil desmontarlas. A la hora de forzar las piezas, hay que tener extremo cuidado. Las piezas son de latón, un metal muy maleable, si forzamos de más, podríamos dañarlo, pero si no lo hacemos, no podremos continuar. Difícil equilibrio. Otro aspecto a tener en cuenta es no perder nada. Son piezas extremadamente pequeñas y algunas parecen estar vivas. Es crucial ser muy ordenado y tener una zona de trabajo limpia para prevenir pérdidas irreparables.

 

Limpieza

Nos referimos solo a las piezas metálicas, los elementos plásticos pueden limpiarse con un limpiador normal, si es que lo necesitan.

En primer lugar sumergimos las piezas en una solución de ácido al 50%. Se trata de eliminar oxido, salitre, incrustaciones y toda clase de mierd… en general. ¿Durante cuanto tiempo? Depende de la cantidad de porquería que haya que eliminar. A veces nos ha tocado rascar con un cepillo de cerdas metálicas y ni con esas.

Después sumergimos las piezas en un antiácido para detener la acción de acido, y casi inmediatamente, pasamos a la maquina de ultrasonidos.

Esta máquina hace una limpieza con ultrasonidos en agua destilada a 50 grados de temperatura. Normalmente lo dejamos 10 minutos, pero de nuevo, depende de la suciedad.

Después del esta sesión de Spa, las piezas quedan como salidas de fábrica. Tanto es así, que pueden volver a montarse solo con las manos, sin casi herramientas

Montaje

Toca recomponer el puzzle. Utilizamos esquemas de despieces para cada modelo de regulador. Son muy parecidos pero en los detalles reside el diablo y ya no tenemos la cabeza para recordar tanta pieza pequeñita.

En este punto es cuando sustituimos todas las piezas susceptibles de desgaste: juntas tóricas, membranas, filtros, etc. 

Los fabricantes suministran kits con estos repuestos para facilitar la tarea. Se podrían comprar por separado pero no te ahorras nada de dinero, algunas piezas son complicadas de conseguir y te arriesgas a que no encajen perfectamente. Señores, hablamos de micras que soportan presiones de 200 bares, no te la juegues por unos euros.

Por supuesto, todas las juntas van lubricadas ligeramente con grasa de silicona para garantizar su correcto funcionamiento.

Ajuste

Toca volver a ajustar todo en su sitio.

Empezamos por la primera etapa. Hay que ajustar la presión intermedia a lo que dicte el fabricante, pero normalmente son 10 Bares.

Lo importante es que cuando consumimos aire, por ejemplo pulsando el botón de purga, la presión baje y suba inmediatamente. Esto significará que tenemos todas las piezas bien montadas. Si la presión no se recuperase rápidamente, podría indicar que alguna válvula no sella como debería y nos toca volver a desmontar.

Vamos con las segundas etapas. Aquí lo que vamos a ajustar es el esfuerzo de respiración, es decir, cuanto vamos a tener que “chupar” hasta que se abra la válvula y el regulador nos suministre aire:

  • Si lo dejamos muy “fino”, necesitaremos poco esfuerzo pero será más probable que el regulador se ponga en continuo. 
  • Si lo dejamos muy “fuerte”, no se pondrá en flujo continuo, pero nos costará mas respirar, sobre todo a mayores profundidades.

¿Donde lo ponemos?, fácil, lo dejamos como venía. Si al usuario le gustaba como estaba, pues lo dejamos así. Para ello tomamos las mediciones antes de empezar con un medidor de presión inversa o Magnehelic.

Como referencia, la segunda etapa principal la dejamos entre 1,6 y 1,9 pulgadas de agua, y el octopus entre 2,5 y 3,0 pulgadas de agua.

Recomendaciones

Hemos terminado, tenemos el regulador listo para otro año o 100 inmersiones más, pero antes de irnos, unos últimos consejos:
  • Endulzar siempre el equipo en agua dulce al terminar una inmersión,
  • Poner siempre el tapón en la boquilla de conexión con la botella para evitar que entre agua
  • No pulsar nunca el botón de purga mientras este sumergido para evitar que le entre agua por la segunda etapa.

¿Después de todo lo que has visto sigues creyendo que el mantenimiento es caro?, puede que sí, pero has visto que es mucho trabajo y muy delicado, no lo puede hacer cualquiera.

Busca un club de buceo que incluya el mantenimiento en su cuota de socio, seguro que te sale algo más económico. Lo que no debes hacer bajo ningún concepto, es saltarte los mantenimientos por ahorrarte un dinero, te puede salir bastante caro.

Nos vemos en el azul.

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